El pasado 19 de diciembre un
cohete de la agencia rusa, lanzó la sonda Gaia de la
agencia espacial europea, con la misión de hacer un mapa tridimensional de unos
mil millones de estrellas de nuestra galaxia.
Hace un par de días, el 9 de
Enero se colocó a 1,5 millones de km de nosotros en lo que llaman punto L2, este es
uno de los cinco en el que la gravedad del trinomio formado por la Luna, la
Tierra y el Sol se contrarrestan, por lo que es un punto de gran estabilidad.
Desde el comenzará a construir el mapa tridimensional de la Vía Láctea.
Se espera que al concluir su
misión, dentro de 5 años, tengamos mucho más conocimiento del cinturón de
asteroides entre Marte y Júpiter. Y que haya descubierto más de 10.000 planetas
en nuestra galaxia.
Los planetas orbitando una
estrella es algo más común de lo que se pensaba. Ya tenemos catalogados más de
mil en nuestra galaxia y se espera un gran salto cuantitativo, que gracias a
sus instrumentos, en especial al gran espejo (un novedoso método –hacer rebotar
la luz captada a través de una serie de 10 espejos de diversos tamaños y
formas– logra que la longitud focal efectiva de los telescopios se alargue a
los 35 metros) y su cámara de un millón de megapixeles.
Si nos fijamos en cómo nacen las
estrellas y los planetas, entenderemos que es norma o de gran probabilidad que
las estrellas alberguen sistemas planetarios.
Partiendo de los restos de una
supernova, el ladrillo de nuestro sistema solar, se teoriza con dos formas de
crearse. Una que nos habla de la acreción de gas
sobre un núcleo sólido, gracias a la gravedad generada por este. Y la otra que
parte de la inestabilidad
del disco protoplanetario surgido del posible nacimiento de una estrella,
en el que una parte del disco colapsa por la gravedad y da lugar al planeta.
¿Quiere saber más? Pica en los
enlaces.