jueves, 15 de agosto de 2013

“¿A quién beneficia transformar sanidad pública en sanidad privada?”




La empatía (del griego ἐμπαθής "emocionado") es una de las características fundamentales del ser humano, esta se dice asociada a la inteligencia emocional, es la base de la solidaridad y a su vez de las sociedades humanas. Es la alegría que sentimos cuando alguien a nuestro lado manifiesta su alegría o las lágrimas que se nos escapan ante el relato de una tragedia humana.
Es cierto, soy muy vulnerable. Esta mañana miraba un video sobre la sanidad en Estados Unidos (Parte de un documental de la cadena cuatro que ha compartido en Facebook Antonio Moreno Ruiz). Un filántropo, Stan Brock organizaba hospitales ambulantes en el Tercer Mundo hasta que un día se dio cuenta de que compatriotas suyos tenían los mismos problemas que aquellos a los que asistía en lugares remotos de países pobres.
Yo, no puedo entenderlo… ¿Cómo el país del mundo con los mayores avances en salud, el país del mundo que más invierte en sanidad y el país más rico del mundo, puede tener unos 50.000.000 de personas sin acceso a la sanidad?
Esto es lo que nos propone el neocapitalismo. Si se mira en detalle y se responde a la pregunta clave, podremos atisbar el porqué. “¿A quién beneficia transformar sanidad pública en sanidad privada?”:
-          Las compañías privadas de salud, mucha demanda y selecta oferta. Haciendo que los precios de la sanidad sean los establecidos en los planes de negocios sin tener en consideración el poder adquisitivo de la población en general, primando el beneficio sobre el capital invertido. Toda la sanidad privada esta orienta a un segmento de la sociedad con altos recursos económicos y estabilidad laboral. Olvídate, si eres mileurista, no eres su objetivo.

-          Grandes farmacéuticas, las empresas privadas de salud, no tienen la capacidad de negociación de los gobiernos. Así se permiten unos buenos resultados, con unos beneficios netos de entorno al 15-18 % sobre el volumen de negocio que está cifrado en unos 1.200.000 millones de dólares al año. Y el 50% de estas ventas se las reparten no más de 25 empresas. Y los intereses encontrados de la sanidad Pública y las farmacéuticas: A la sanidad pública le interesa la eliminación del mal (El individuo que se cura, deja de hacer uso de ella y por consiguiente, deja de suponer un gasto); a los laboratorios les interesa que la enfermedad de mortal pase a crónica, siempre que disponga de recursos para gastar, de modo que mientras vivamos seremos un cliente y les generará beneficios.

-          A los más ricos que no han de dedicar parte de sus impuestos a mantener la Sanidad Pública a la vez que hacen los pagos de la privada.

Es cierto que nuestro sistema de salud no es perfecto, tiene innumerables defectos y fisuras, pero… todos tenemos derecho a él, independientemente de la clase social a la que pertenezcas.
En definitiva, es un hecho más que nos separa como colectividad, nos individualiza y estructura el derecho en función del nivel adquisitivo de los individuos. Aislando y reduciendo la práctica de la EMPATIA. Nos elimina la consciencia de colectivo y nos hace más vulnerables a los intereses de los que manejan el gran capital.

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