Cada día entro en las páginas de
algunos partidos esperando signos de un cambio.
Os doy mi palabra de honor. Me
parece estupendo que el Pp pida explicaciones al PSOE, que este haga lo mismo
con el Pp y que Iu lo haga con los dos. Es un uso lógico de las instituciones
democráticas. Pero, ya puestos, haciendo un alarde de honestidad y
honorabilidad, tendrían que pedir explicaciones de tantas tramas “presuntamente
corruptas” dentro de sus propios partidos. Tendrían que dejar de lado ese estúpido
corporativismo, que no deja de ser corrupto, de solo mirar hacia las filas contrarias.
Es pura demagogia la que practicáis, no solo
vosotros, del mismo modo la oposición. Me resulta repugnante que nos traten (a
los electores) con esa falta de respeto. ¿Es que tan ignorantes nos consideráis?
¿Cuándo se tipificará como delito una promesa incumplida? Ya nos hemos
acostumbrado a que los programas no sean más que eso, mentiras necesarias para
que estos ignorantes nos voten.
Cada día es más patente la
relación de los poderes públicos y el capital. Hoy en tendencias 21, publicaban
un ilustrativo artículo. l: (http://www.tendencias21.net/biofilosofia/Reflexiones-sobre-una-frase-terrible-Hay-una-guerra-de-clases-y-la-estamos-ganando-los-ricos-Warren-Buffett_a66.html)
(Sede del FMI en Washington)
La terrible frase de Warren
Buffett “Hay una guerra de clases y la estamos ganando los ricos”, entre otras
frases, me llena de estupor. Me hace constatar que el poder político,
legislativo y judicial; le defienden. En la seguridad de la impotente reacción social
y los poderes que la reprimen, se permite ese alarde de sinceridad en público.
Seguid así, que el día menos
pensado surgirá un salva patrias y nos darán a todos por donde no nos gusta. Ya
no sé si esa es la intención, en este país todo es posible. En las próximas elecciones
nos veremos. ¿Cómo se pueden ser tan “MIOPES”?
Me sumo a la conclusión de Hanna
Arendt en el artículo citado. Es el momento de buscar inspiración en el 1789.
Y conste que lo hago por
incitarnos a reflexionar, por mi derecho democrático a disentir y expresarme.
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