En 1922 el Ministro alemán Walter
Rathenan, fue asesinado, él solo fue el primero de una interminable cadena de
asesinatos que tenían su origen en una abominable mentira. Su asesino se
justificó en el juicio, diciendo que lo había matado por ser uno de los
miembros de Los Sabios de Sión.
“Los protocolos de los sabios de
Sión” En 1897 un supuesto grupo de judíos
relevantes que se hacían llamar “Los sabios de Sión” se reunieron secretamente
en un cementerio, a las afueras de Praga (Igual que en la novela de Sir John Retcliffe,
Biarritz), para decidir los 24 pasos que había que dar con el objetivo de dominar
el mundo. En esta reunión, como en todas las que se precien, ellos levantaron acta
por escrito.
EL ORIGEN:
Los asesores del Zar Nicolás II
de Rusia, estaban divididos en dos bandos, los que querían negociar con los Bolcheviques
(reformadores liberales) y los partidarios de la fuerza (Conservadores). Al
encontrarse en un punto muerto y no conseguir que el zar respaldara al ala
conservador, se les ocurrió una argucia que desprestigiaría a los liberales. La
OJRANA (Policía secreta zarista) controlada por Pytr Ivanovich Rakovski (1853-1910)
un hábil falsificador, acuñó un documento al que le dio visos de credibilidad,
haciendo creer que había sido una filtración.
En 1903 se publica el documento
secreto que se creó con el fin desacreditativo de los Liberales asesores del
Zar, algunos de ellos judíos y otros vinculados a intereses Judíos. Este
documento es editado por un periódico de San Pertersburgo, cuyo editor era antisemita Pavlache Crusevan.
Paralelamente, en 1905, el místico
cristiano asesor de los Zares Sergey Nilus (1862-1929) se lo hace llegar al
Zar, quien ordenó que se leyera en las homilías de las 318 iglesias de Moscú. Tres semanas después, en la ciudad de Odesa,
son masacrados más de mil judíos.
Los conservadores habían conseguido
su objetivo con la creación de este documento, consiguieron demonizar a la
izquierda (supuestamente incitada por los judíos).
En la diáspora de la derecha, por
toda Europa, tras la ejecución de los Romanov a manos de los borcheviques en el
verano de 1918, extendieron este documento. Especial relevancia en esta
propagación tuvo Fiódor Bimberg, quien recaló en Alemania y en 1920 dio el
protocolo a su conocido Gottfried Zur Beek para su publicación. El éxito en
ventas fue tal que en los dos años siguientes se reedito 5 veces.
Henry Ford (1863-1947), otro
remarcado antisemita, se encargó de extender el bulo por América. Incluso se
gastó varios millones de dólares en editarlo.
Fue un joven periodista del “The
Time”, Philip Greis, quien desacreditó totalmente “Los protocolos de los sabios
de Sión” en 1921. Descubrió que eran en su gran parte, una copia literal de la
novela del francés Maurice Joly (1829-1878) “Diálogo en el Infierno entre
Maquiavelo y Montesquieu”, escrita más de 30 años antes de la supuesta reunión
de los Sabios de Sión.
A pesar de todo, la Alemania naci,
la hizo de lectura obligatoria; hasta el punto de que fué el libro más vendido,
después de la Biblia y justificó su antisemitismo en el. Ya era demasiado tarde
para detener las consecuencias de un LIBELO que justificaría la muerte de millones
de personas.
Pensemos e indaguemos antes de
compartir y hacernos eco.
Quieres saber más.
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