Bienvenido, 50 aniversarios.
Una ola de positivismo me invade
estos días, en los que se acerca de modo inexorable mis 50 aniversarios. Siento
que comienza una buena década de mi vida. Pero esto no sería posible sin mucho
de lo que pasó previamente. Personas que sin ningún lugar a duda han
conformado, forjado, limpiado y pulido todo lo que hoy soy.
En estos años ha habido de todo,
nada nuevo ¿verdad?, momentos de gran felicidad y de profunda tristeza, momentos de pánico y otros de autentica
certeza, momentos de pereza y otros de hiperactividad. Sean los que hayan sido,
de todos conservo un trozo. Trozos que me permiten divisar en el horizonte del
pasado, detalles que no me producen sufrimientos ni dolor alguno y momentos que
me producen satisfacción con una gran dosis de placer.
Hace unos años descubrí que la
mejor manera de enfrentarte a la vida es aislando el sufrimiento que te pueda
llegar, esto te permite ver el hecho tal cual es y ver con mayor nitidez las
alternativas. Con ello, la muerte de mi padre, la ida de Araceli, la estafa de
los Estrada, la traición de Seba, el fracaso de mi proyecto empresarial, la
perdida de la casa en la que me veía rodeado de mis nietos, la ausencia de
ingresos. Todo, absolutamente todo, me ha enseñado grandes cosas y de ser en
muy diferentes maneras, un sufrimiento, han pasado a ser importantes hitos en
mi vida. Descubriendo que el amor puede ser unidireccional, que la maldad es un
acto de debilidad, que las cosas importantes de la vida no tienen forma de
objetos.
Esto no habría sido posible sin
vosotros. Sí, todos vosotros. Unos en más y otros en menor medida, unos en
activa y otros en pasiva, unos directamente y otros indirectamente, pero os lo
aseguro que todos habéis propiciado la colocación de un elemento en esta
masilla que me conforma hoy.
Gracias a todos por estar ahí:
En el Amor, en la ausencia, en la
crítica, en la alabanza, al otro lado del teléfono, en el “me gusta”, en el
abrazo, en el beso, en la caricia, en el simple contacto, en el trabajo, en la
casa, en mi familia y en la de otros, en la superficial o profunda amistad, en el conocimiento o desconocimiento mutuo, en
el nuevo o viejo proyecto, en el apoyo y en el rechazo.
En nuestro corazón siempre. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarSin duda alguna, despues de haber pasado el umbral de los cincuenta, es cuando empiezas a darte cuenta de las cosas que indudablemente son importantes para uno. Támbien decir que los hechos y la interacción de las personas nos van forjando y modelando, como bien nos relatas.
ResponderEliminarSolo decirte que felicidades, ya a los demas nos queda poco.